Vivir Zen

Conocido por su sensibilidad y gran conocimiento de la doctrina Zen, Getsu era un maestro famoso que vivía en la China. Al percibir que sus días en la Tierra estaban finalizando, escribió doce consejos plenos de sabiduría para los discípulos:

•Vivir en el mundo sin, por ello, quedar apegado al polvo del camino. Esa es la vía más indicada para un verdadero estudiante de la doctrina espiritual.

•Cuando sea testigo de una buena acción practicada por otro, anímese a seguir ese ejemplo. Si escucha comentarios acerca de alguna acción ajena equivocada, trate de no imitarla.

•Exprese sus sentimientos con todo el corazón, pero no sea más expresivo que su verdadera naturaleza. Aunque esté solo en un cuarto oscuro, compórtese como si estuviera delante de un invitado importante.

•Su mayor tesoro es la simplicidad. Nunca la cambie por una vida cómoda.

•Alguien puede parecer tonto y, sin embargo, no serlo. Puede estar sólo preservando cuidadosamente su conocimiento.

•Las virtudes son fruto de la autodisciplina y nunca caen solas del cielo como la lluvia o la nieve.

•La modestia es el fundamento de todas las virtudes. Que sus amigos la descubran en usted, espontáneamente y sin ostentación.

•Un corazón noble nunca se impone por la fuerza. Sus palabras son como joyas preciosas que, por su gran valor, pocas veces se exhiben.

•El estudiante que encuentra felicidad en la búsqueda espiritual hace que su vida sea plena. El tiempo pasa, pero él nunca lo siente. Ni la fama ni el olvido pueden conmoverlo.

•Critíquese a sí mismo, nunca los demás. No cuestione lo que está correcto o equivocado.

•Algunas cuestiones, aunque correctas, se consideraron erróneas por varias generaciones. Como a veces la rectitud sólo es reconocida después de siglos, nunca anhele una valorización inmediata.

•Viva con las causas y deje los resultados para la gran ley del universo. Viva cada día en pacífica contemplación.